lunes, 22 de noviembre de 2010

Miguel de Unamuno

En la clase del 11 de octubre hablamos de Miguel de Unamuno, el impulsor del Grupo del 98. La profesora nos proyectó unos vídeos a partir de los cuales fuimos perfilando la figura de Unamuno, y después nos habló de la evolución ideológica de la generación del 98.

Se dice que Unamuno fue, en cierta manera, el “cabecilla” del Grupo del 98. Nació en 1864 y, por lo tanto, era más viejo que el Grupo de Tres (del que ya hablé y que estaba formado por Baroja, Azorín y Maeztu).
Miguel de Unamuno era socialista y decía todo lo que pensaba en voz alta. Su actitud era completamente contraria a la de Pio Baroja, que se callaba sus opiniones y había adoptado una postura escéptica. Aún así, Baroja demostró su oposición al franquismo al negarse a ser enterrado en el cementerio religioso.

Dado que Unamuno era una voz crítica muy importante, tuvo varios problemas con el régimen franquista a lo largo de su vida. Por ejemplo, en 1929 fue desterrado de España por meterse con el régimen militar de Primo de Ribera y se fue a Fuerteventura, en las islas Canarias. También fue destituido de Rector de la Universidad de Salamanca (en 1914), cargo que le fue otorgado por primera vez en 1901 y que llegó a ostentar tres veces.

Unamuno murió de cáncer el 1937. En uno de los vídeos que nos pasó la profesora se leían las palabras que escribió antes de morir sobre el Imperio de Franco, que apenas estaba en sus inicios. En este discurso se opone una vez más al franquismo y culpa a los fascistas de todas las desgracias que España sufría en aquella época.


Investigación
Investigando en Internet sobre la postura política de Unamuno, he encontrado un apasionado discurso que dio en octubre de 1936 en la Universidad de Salamanca. El discurso es una respuesta a varios tópicos que soltaron los oradores allí presentes sobre la “anti-España”. Demás, el discurso hace referencia a la región donde vivimos.

«Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo hice otras veces. Pero no, la nuestra es sólo una guerra incivil. (...) Vencer no es convencer, y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión. Se ha hablado también de catalanes y vascos, llamándolos anti-España; pues bien, con la misma razón pueden ellos decir otro tanto. Y aquí está el señor obispo, catalán, para enseñaros la doctrina cristiana que no queréis conocer, y yo, que soy vasco, llevo toda mi vida enseñándoos la lengua española, que no sabéis...»

La parte en que habla de Cataluña y el País Vasco es muy interesante, pues me he dado cuenta de que Unamuno defendió a los catalanes y los vascos diciendo que pertenecían tanto a España como los demás. En cierta manera, se opone a la marginación que estas dos regiones sufrieron en aquella época y que hoy en día aún sufren.

José Millán-Astray (eterno enemigo de Unamuno), también presente en aquél acto, soltó un discurso en oposición a las palabras de Unamuno. En medio del discurso, Astray gritó “¡Muera la inteligencia!”, a lo que Unamuno respondió con un contundente “¡No! ¡Viva la inteligencia!” seguido de estas frases:

« ¡Mueran los malos intelectuales! ¡Éste es el templo de la inteligencia! ¡Y yo soy su supremo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que penséis en España».

En autonombrarse supremo sacerdote, se denota que Unamuno tenía ciertos aires de prepotencia y superioridad. Aún así, la frase que dice “Venceréis porqué tenéis sobrada fuerza bruta pero no convenceréis porqué os falta razón para persuadir” es completamente acertada, ya que refleja el desacuerdo de la mayoría del pueblo ante el franquismo así como la imposibilidad para oponérsele.


La información sobre este discurso la he encontrado en:



[Postearé la entrada sobre la evolución ideológica del Grupo del 98 en breve.]

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